Una de las tendencias relacionadas con el cine de terror que más aprecio es el fenómeno de los “remakes”, revisiones de películas rodadas hace años que permiten actualizar clásicos. Siguiendo esta moda, han aparecido filmes que muchos han considerado superiores a los originales, como Las Colinas Tienen Ojos o Halloween, el Origen. Pues bien, The Crazies continua con esta tendencia con resultados más que dignos.
La película navega entre varios subgéneros, la lucha abierta entre los fans de si podemos considerar los infectados como película de zombies o mejor películas de pandemias.
La película nos sitúa en una pequeña localidad norteamericana en la cual todo el mundo parece volverse loco, por lo que el sheriff de la localidad empieza a tener trabajo acumulado a los pocos minutos de metraje. El tema de comunidades envenenadas por algún producto que se vuelven terroríficas se ha explotado muchísimo en la historia del cine de terror, y los resultados suelen ser buenos, ya que solamente es necesario dotar al film de un buen ritmo narrativo. Este es el caso, ya que el director sabe sacarle partido al argumento, construyendo situaciones terroríficas relacionadas con el típico vecino de pueblo que resultan desasosegantes y creando ambientes fantasmales y terroríficos. Lo más cotidiano se convierte en lo más peligroso de la noche al día, y uno ya no puede confiar en el pequeño Joe , el simpático Jim o la majita Alice, por ejemplo.
La huida de los protagonistas mantiene al espectador en tensión durante buena parte del metraje, en una acción de escape que recuerda mucho a las películas de zombies por las pocas expectativas de éxito que tiene y por la continua sensación de peligro que se nos transmite. Resultan especialmente atractivas las escenas en las cuales los protagonistas se encuentran con decenas de cadáveres de vecinos que han sido sacrificados por el Ejército, que empiezan a anticiparnos un final que, aunque parece abierto, después de los títulos de crédito queda claro que no va a ser muy positivo. Podría haber segunda parte, muy al estilo de todas esas películas de gente infectada como Resident Evil o 28 días después…
Resulta difícil asumir las consecuencias de la guerra, pero las grandes películas han explorado los efectos devastadores del combate desde los primeros días del cine.
Los contextos bélicos son un buen caldo de cultivo para hacer grandes películas bélicas. Dentro de este género cabe destacar la presencia de las películas
Este año el festival de cine Fantástico de Sitges ha registrado su record en venta de entradas. Además de realizar una lectura en clave económica