Una de las cosas que me llamó la atención desde el principio fue el escenario de Castle Rock. A King le gusta hacer de este pueblo el escenario de la mayoría de sus libros y éste no es una excepción. Algunas menciones notables son Cujo y La zona muerta. El libro menciona al San Bernardo que un día se volvió salvaje y atacó a los ciudadanos hace 10 años, en referencia a Cujo. Seguro que hubo muchas más referencias que se me pasaron por alto.
La trama de este libro sigue la apertura de la nueva tienda de Needful Things con el dueño de la tienda, Leland Gaunt, siendo algo más de lo que parece. Él vende antigüedades a un precio, pero sobre todo el precio es para jugar una «broma pesada» a otro vecino. Como se trata de un pueblo pequeño en el que todo el mundo se conoce y hay sentimientos mezquinos entre los vecinos, es inevitable que la cosa se ponga fea. Por ejemplo, Gaunt le vende algo a un cliente y luego lo hipnotiza para que le haga una broma a uno de sus vecinos, pero a su vez, ese vecino creerá que es otra persona y al final hay un enredo. Disfruté mucho de este libro por ese aspecto; sin embargo, algunos trozos parecían muy estirados o partes de relleno y la escritura no tenía nada que ver con la trama.
Resulta difícil asumir las consecuencias de la guerra, pero las grandes películas han explorado los efectos devastadores del combate desde los primeros días del cine.
Los contextos bélicos son un buen caldo de cultivo para hacer grandes películas bélicas. Dentro de este género cabe destacar la presencia de las películas
Este año el festival de cine Fantástico de Sitges ha registrado su record en venta de entradas. Además de realizar una lectura en clave económica