Jóvenes Ocultos puede ser una de las primeras películas que nos muestra que ser un vampiro parezca atractivo, en vez de un ser siniestro y solitario. Ya lo dice el cartel de la película: «Duerme todo el día, festeja toda la noche. David y los demás no van a la escuela, a diferencia de los vampiros de la serie Crepúsculo, que evidentemente están todos en un eterno bachiller, eso sí que da miedo. No tienen que vivir la vida sombría e itinerante de los vampiros de Near Dark (Los viajeros de la noche), estrenada ese mismo año. Ni siquiera tienen que salir de Santa Carla, donde, dada la infame línea final de la película, y que el pueblo es conocido como «La Capital Mundial del Asesinato», todo el mundo sabe que existen, y han optado por no hacer nada al respecto (al igual que los adultos de Derry, Maine). Santa Carla, un pueblo con un parque de atracciones junto a la playa, es una fiesta de 24 horas, y David y los chicos se cuelan en ella les guste o no.
Resulta difícil asumir las consecuencias de la guerra, pero las grandes películas han explorado los efectos devastadores del combate desde los primeros días del cine.
Los contextos bélicos son un buen caldo de cultivo para hacer grandes películas bélicas. Dentro de este género cabe destacar la presencia de las películas
Este año el festival de cine Fantástico de Sitges ha registrado su record en venta de entradas. Además de realizar una lectura en clave económica