Black Bear, escrita y dirigida por Lawrence Michael Levine, es una oscura comedia filosófica cuyas cavilaciones sobre las relaciones y el sentido de la vida en el siglo XXI suenan a verdad. Levine, director, guionista y actor conocido por Wild Canaries o Gabi on the Roof in July se ha superado a sí mismo, ya que Black Bear demuestra ser su película más consistente y firme. A lo largo de los ingeniosos giros de la trama, Levine presenta una meditación y deconstrucción sobre la vida que imita al arte y viceversa, con una pizca de Robert Altman y un guiño a David Mamet como protagonistas de la historia. La seriedad de la película se invierte repetidamente, por lo que a veces resulta divertida y a la vez es un drama intenso que explora la acción y la reacción humanas.
Resulta difícil asumir las consecuencias de la guerra, pero las grandes películas han explorado los efectos devastadores del combate desde los primeros días del cine.
Los contextos bélicos son un buen caldo de cultivo para hacer grandes películas bélicas. Dentro de este género cabe destacar la presencia de las películas
Este año el festival de cine Fantástico de Sitges ha registrado su record en venta de entradas. Además de realizar una lectura en clave económica